.

.

arañas

aprendé de mí         soy invisible
   –logré pulverizarme a tiempo–

noctámbulo          entre sonidos de agujas
       hilo tu mundo y te espero
  el veneno sobre la cómoda tiene tu nombre
       y un bip me recuerda su estado       latente

intento incorporarme
     las sábanas me presionan    logran ahogarme
   soy víctima de mis propias trampas
una sonrisa apunta al horizonte   dispara un silencio
la noche invertebrada muere
        sofoca con sus velos mis últimos gemidos
   las estrellas que ayer vi 
hoy me observan con sus caleidoscopios inconfiables
                  ayudan a tejer mi camino sobre cuerdas
y extravían el único ojo que es necesario para medirme

3 suspiros:

Ayelen dijo...

se trata de una muerte agradable, entonces?
ojalá lo entiendas y, algún día, me lo expliques...
te quiero

Anonymous dijo...

hola soy amiga de aye, la verdad que no se mucho de poesia pero creo que la tuya esta buena. creo que refleja muchos sentimientos encontrados... bueno nos vemos un dia

suerte
mar

Tänzerin dijo...

'el veneno sobre la cómoda tiene tu nombre'
Adoro este verso, define a la perfección la pasión devoradora que a veces nos deshace y dispersa nuestro latido al abrazar al otro.
El que soñamos inventando entre sábanas como una trampa que nos reduce a ceniza.

Publicar un comentario