.

.

sabré de la ilustre morada de los sonidos de mi cuerpo
de la imagen obscena que demandan los signos
del licor de piel que me enloquece y glorifica

sabré del olvido y de los rincones autistas
de cada partícula de sal que se escapa por los poros

sabré del gusto del no más ni menos
de la eficiencia de cada pestaña para protegernos de la lluvia

pero     acaso         sabré a tiempo
cuan devoto debo ser al rito de olvidarte

1 suspiros:

malena dijo...

hay cosas que nunca sabremos porque no queremos...
gracias por los premios!!!
un beso grande!

Publicar un comentario