qué hay tuyo en mis ojos
cuando me derrito sobre tu espalda
qué hay de vértigo a lo largo de tu medula
que tienta a ser lamida y sacudida
cuando insita a sostener cada inspiración
hasta dibujarte entre la niebla
quién ha de pertenecer a tus palabras
mientras cada espasmo se envenena
mientras cada preludio se obsesiona hasta acabar en pedazos
hay de mi en tu pelo –eso si–
en tu inocencia vendida y aturdidora
hay de mi en tu risa
en tus costillas
pero quien ha de permanecer intacto
mientras te seduzca el momento
mientras cada aroma te impacte
hasta hacerte sutil y efímera
0 suspiros:
Publicar un comentario